MÁS DE 5 DÉCADAS APORTANDO EXPERIENCIA Y SERVICIO
Luego de su fundación en 1961, Moller & Pérez-Cotapos se ha posicionado como una de las constructoras e inmobiliarias líderes en el país. Su sólida y reconocida trayectoria profesional, avalan sus más de cinco décadas de experiencia.
Hoy mantienen una extensa presencia en la Región Metropolitana, más obras en diferentes regiones del país.
Años de historia, esfuerzo, compromiso y trabajo que son el fiel reflejo en sus construcciones y obras que a lo largo del tiempo se han materializado.
CÓMO NACEMOS
Los primeros años de historia de Moller & Pérez-Cotapos, que se remonta a la década de los ´60, se caracterizaron por un periodo de aprendizaje, crecimiento y develación. El primer hito de esta sociedad sucede con la adjudicación de varias obras civiles por encargo de la Empresa Nacional de Minería, Enami, en el Norte del país, lo que significó a la Compañía salir de Santiago y reforzar su planta profesional.
Fueron años de nuevos ejercicios, no por lo menos arduos, pero también prósperos. Se lograron construir estanques, extender tuberías en una zona árida como el desierto y realizar movimientos de tierra en condiciones más bien precarias, pero siempre buscando ajustarse para lograr resultados con cifras positivas. Junto al trabajo con el Ministerio de Vivienda y Urbanismo de consolidar al sector vivienda, comenzaron nuevos compromisos de mayor envergadura en Santiago y regiones, donde se destacan las construcciones de Villa Cardenal Frings en Quinta Normal y la Población Zaror en Maipú. Luego en Iquique la Villa Magisterio y algunos blocks de edificios para la empresa Iansa en Chillán y el grupo habitacional perteneciente al Banco Central en Santiago.
Cabe destacar que el año 1967 fue una etapa marcada por la crisis para la construcción en nuestro país. Sin embargo, Moller & Pérez-Cotapos no bajó los brazos y vio la oportunidad de empezar a conocer el mundo de la administración fiscal desde otra perspectiva, empapándose de conocimiento para ingresar como contratista en las obras del Estado de Chile. En esta misma época había comenzado la construcción del Hospital Sermena de Valparaíso, obra que les permitió entrar al exigente y reconocido rubro hospitalario y de salud, segmento en que hoy son líderes en el país, con más de 22 hospitales y centros médicos construidos. La década de los años ´70 se destaca por la implementación de una serie de estrategias que le permiten a la Compañía enfrentar algunas dificultades que el mercado estaba viviendo.
Una medida clave fue asegurar los contratos que tenían con Soquimich, Codelco, Serviu, el Ejército y el Ministerio de Obras Públicas. Para ello se crea un modelo de negocios que les permite construir “edificios al costo”, a través del aporte de los futuros propietarios, y donde la empresa sólo cobraba honorarios. Esta iniciativa logró resultados por sobre los 328 mil m2 de construcción.
También se logró la diversificación y la descentralización de las operaciones a nivel nacional e internacional, externalizándose con nuevos negocios fuera del país. Comenzaron sus operaciones en Ecuador con la creación de la Constructora Colón, para luego extenderse a Bolivia y Guatemala.
COMIENZAN LOS PROYECTOS INMOBILIARIOS
En el año 1978, Moller & Pérez-Cotapos decide cambiar su estrategia de construcción de edificios al costo por el desarrollo de proyectos inmobiliarios propios, decisión trascendental para el futuro de la Compañía.
Este cambio de estrategia, logra ser hasta hoy día, uno de sus pilares más importantes y un aporte a la renovación urbana de Santiago.
De esta época destaca uno de los proyectos más emblemáticos como es el Anfiteatro Lo Castillo, junto al desarrollo de varios edificios y conjuntos urbanizados en las comunas de Vitacura y Las Condes.
También en esta etapa se aprovechó de estrenar las nuevas políticas habitacionales del Sistema del Subsidio Familiar del Estado, que permitieron a los contratistas ofrecer proyectos completos en terrenos propios o de terceros. El primer conjunto habitacional construido bajo este sistema fue la Villa Aranjuez en Curicó y el gran conjunto Santa Teresa del Rosal en Maipú con 315 viviendas, que fue uno de los más importantes, además de la construcción de locales comerciales.
EL MERCADO SE CONTRAE
La recesión que vivió el país durante 1980 perturbó a todo el mercado. Más de 4 mil viviendas construidas quedaron sin vender y varios proyectos nuevos se vieron estancados. Moller & Pérez-Cotapos no quedó ajeno a esta crisis, ya que perdió gran parte de su patrimonio y tuvo que cerrar sus oficinas en el norte del país. Pero fue también una de las pocas constructoras que logró salir adelante y reconstruirse.La empresa salió a flote gracias al proyecto que se inició en esa época, de la construcción del Hospital Dipreca.
El levantamiento de siete edificios y alrededor de 27 mil m2, les permitió ganar ventaja sobre nuevas propuestas en el rubro, adjudicándose la construcción del Hospital de Codelco en Rancagua.
Se comenzaba a salir de la crisis económica, cuando el país sufre un terremoto de 7,5 grados en la escala de Richter que sacudió la zona central del país. Este acontecimiento significó que Moller & Pérez-Cotapos tuviera que trabajar en la reparación de tres importantes edificios patrimoniales dañados: la Municipalidad de Santiago, la Embajada de Brasil y el edificio Acapulco de Viña del Mar.
Aunque ya en el año 1987 el país logra mayor estabilidad y crecimiento económico, para la Compañía la recuperación se llevó a cabo solo hacia el año 1990. Obras como la construcción del Hospital Naval Las Salinas y el Banco Santander en la calle Bandera ayudaron en este proceso.
OTROS HORIZONTES
A partir de 1991 el país comienza a vivir un periodo de prosperidad y
crecimiento económico. En este mismo año Moller & Pérez- Cotapos emprende nuevos
desarrollos, lanzando proyectos cien por ciento propios, con edificios y torres de más de 10
pisos en comunas como Las Condes, Providencia y Vitacura, bajo el concepto de departamentos
DFL2.
La seguridad y comodidad de las instalaciones, era el foco principal de estos
proyectos y todos lo que vendrían, énfasis que dio como resultado una excepcional relación
calidad-precio.
En el periodo entre los años 1991 y 2000 se levantaron 1 millón 200 mil viviendas y se construyeron más de 34,5 millones de m2 de edificaciones no residenciales.
Pero todo no podía ser tan auspicioso. Ocurrió el desplome de las bolsas asiáticas y con ello, la incertidumbre se apoderó de los consumidores. Se provocó un freno radical en la actividad, lo que llevó a la industria de la construcción a quedarse con una sobreoferta y gran parte de sus proyectos congelados. Las operaciones de Moller & Pérez-Cotapos cayeron en un 80% y la recuperación comenzó con la construcción de sólo un edificio por año, en promedio. La empresa debía tomar una decisión sobre qué rumbo seguiría.
En el año 2005, los cuatro socios de la Compañía, recurrieron a la consultora Price Waterhouse para iniciar el proceso de valorización de la empresa. En agosto de 2007 se llegó a un acuerdo de venta con Citigroup Venture Capital International Growth Partnership II L.P., que actuaba en sociedad con los empresarios chilenos Ramón Yávar y Fernando Frías.
Los nuevos dueños vieron la oportunidad de tomar una empresa con valores y
darle continuidad. Buscaban dar un paso adelante en su desarrollo por la vía de la
institucionalización y una estructura necesaria para lograr una escala mayor.
Cuando la Compañía cambió de dueños, tenía proyectos en venta por US$ 46 millones, otros US$53 millones en contratos para terceros y terrenos por US$ 25 millones más. La apuesta de los nuevos controladores fue triplicar la actividad en tres años. La estrategia era seguir creciendo en los desarrollos inmobiliarios propios y en construcción a terceros. La primera tarea que se propusieron fue diseñar una nueva estructura organizacional, modernizar los sistemas de gestión, pero siempre manteniendo los valores originales de Moller & Pérez-Cotapos.
Sus principales focos apuntaron en tres líneas: duplicar las ventas inmobiliarias en tres años; en obras civiles y proyectos para terceros, el anhelo era lograr más infraestructura y fortalecer el área hospitalaria, concursando en todas las licitaciones, y potenciar el segmento de viviendas sociales, sector nuevo para la Compañía y muy atractivo por los niveles de inversión estatal.
CONSOLIDANDO ESTRATEGIAS
El sector inmobiliario se desarrolla de manera constante, sumándose otros sectores urbanos para el desarrollo de obras, como es el caso de la comuna de San Miguel. Además se continúa la expansión a regiones con edificaciones en Arica y Rancagua y se irrumpe en la construcción de edificios de departamentos de hasta UF 13.000, un tramo superior al tradicional precio de venta, y se ingresa al segmento de lujo en el barrio San Damián, con departamentos sobre UF 50.000 de venta.
El nuevo segmento de viviendas económicas empieza a ascender en su crecimiento. Se desarrollan proyectos con altos estándares de calidad en Quillota, Rancagua, Los Andes, Colina, Buin, y logrando entrar de forma exitosa a regiones como Rancagua y Chillán. Comienza un relevante proceso de expansión mediante la edificación de proyectos en altura para este segmento, entrando al mercado en las comunas de la Florida con dos proyectos: Rojas Magallanes y Walker Martínez.
En construcción a terceros, podemos destacar gran diversidad de obras: para el sector educacional se mantienen importantes aportes con la ampliación de las sedes de Concepción y Temuco de la Universidad Santo Tomás, a través de la filial Moller & Pérez-Cotapos Construcciones Industriales.
También destacan obras como la planta de almacenamiento y distribución de combustibles Copec en Mejillones, la planta industrial La Negra de Indura y el centro tecnológico para Dataluna, el de mayor importancia en su tipo que se haya construido en Chile hasta la fecha.
En el área de construcción de hospitales podemos destacar
obras como la ampliación de la Clínica Santa María, la Clínica Bicentenario, además del
Hospital de Puerto Montt y de Talca, -ambos en consorcio-, superando los 80.000
m2 de
construcción. También destacan la ampliación de la Clínica Las Condes, con 123.000
m2, Hospital de Arica, Hospital de Los Ángeles, Centro Referencial de Salud de Puente Alto y
el Hospital Penco-Lirquén .
Actualmente y continuando con el liderazgo adquirido, en
construcción 5 hospitales: Angol, Padre Las Casas, Hospital de Higueras de Talcahuano,
Hospital de San Antonio y el Centro de Diagnóstico Terapéutico del Hospital de La
Serena.
En los últimos 7 años, Moller & Pérez-Cotapos es la empresa que se ha adjudicado contratos por un mayor monto en el país, con un total de más de 755 mil m2 construido.